Después
de cenar, Juan se calzó las deportivas rojas y bajó a la calle. Sus tres compañeros
de correrías le esperaban, haciendo estiramientos, en el portal.
Correr
le hacía sentir libre y le permitía pensar en sus cosas, en el vacío que últimamente
roía su alma, en aquella conversación que nunca encontraba el momento para
mantener con María, su esposa.
Al
regresar, vio que había luz en casa. María todavía debía de estar despierta.
–
Hoy me siento fuerte –dijo Juan a sus amigos–. Haré diez kilómetros más.
Constricciones iniciales.
Extensión:
Máximo 100 palabras.
De contenido:
Cinco personajes
Un color
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada